domingo, 5 de mayo de 2013

Integrantes




Sebastián Teysera, "Enano": Voz


Sebastián Cebreiro, "Cebolla": Voz

Nicolás Lieutier, "Mandril": Bajo

Carlos Quijano, "Coli": Saxo
Alejandro Picone, "Ale": Trompeta
Santiago Butler, "Santi": Guitarra
Rafael Di Bello, "Rafa": Guitarra
José Canedo, "Pepe": Bateria
LA VELA PUERCA

Un Frasco


El crecimiento de la banda



La Vela Puerca nace como banda en la tarde del 24 de diciembre de 1995. Fue afuera del bar El Tigre, al aire libre con amigos y el espíritu de verano. El bar proveyó la electricidad y los amigos el ambiente mientras que la banda ponía las ganas y la música. La grabación de aquel recital callejero quedó registrada en un cassette que presentaron en el Concurso Generación 96 organizado por el programa Control Remoto de Canal 10. "Común Cangrejo" y "De Tal Palo" sonaron por primera vez en la TV uruguaya y muchos tenían el primer contacto con una banda que mostraba un perfil fiestero, acelerado, combativo y colorido.
El grupo gana el primer premio del concurso que les permite grabar su disco debut al tiempo que van haciéndose de una base de seguidores gracias al boca a boca y al espíritu abierto de la banda. Poco más de un año después de aquel bautismo musical en El Tigre ingresan al estudio La Cárcel con Carlos Ghiringhelli como ingeniero de grabación y el músico Claudio Taddei como productor artístico para grabar su primer disco. El resultado fue Deskarado, que condensa en su título y en las breves palabras de su librillo las intenciones de su debut discográfico: “Banda que descansa en un reggae, sueña insumisión y se enchufa en ska”.

El disco fue editado en 1998 por el sello Obligado y llegó rápidamente al oro. El año se va entre giras por el interior del país, temas sonando en la radio y la llegada del productor Gustavo Santaolalla (Divididos, Café Tacuba, Molotov, Bajofondo) que los invita a firmar para Surco, sello que dirigía y que era filial de Universal Music.
En un momento bisagra en la vida del rock uruguayo, La Vela aparece como uno de los sustitutos de la generación de bandas que surgiera a mediados de la década del 80, durante la restauración democrática, tras una dictadura de más de 10 años. Levantando algunas banderas de aquella camada de grupos, pero sustituyendo cierto aire opresivo, “no future” por una actitud crítica pero positiva, la banda comienza a pisar fuerte en la escena local.
En el verano del 2000 recogen sus instrumentos y se embarcan en su primera gira por Argentina, recorriendo la Costa Atlántica. Mientras tanto, en Uruguay tocan a lo largo y ancho del país.
Entre gira y gira La Vela compone varias canciones que terminan conformando De Bichos y Flores. El disco fue grabado en los estudios Panda de Buenos Aires y La Casa de Los Ángeles por Ricardo Troilo y Aníbal Kerpel respectivamente. La producción artística estuvo a cargo de Gustavo Santaolalla. Llegó a las bateas el 1º de octubre de 2001. Un disco en donde el grupo asienta su identidad a base de rock, reggae, ska y le agrega algún toque local y novedoso. Participan entre otros Fernando Madina, vocalista de la banda española Reincidentes y León Gieco. De Bichos y Flores incluye a "José Sabía", "Por la Ciudad" y "El Profeta", canciones que hoy en día ocupan un lugar particular en el vivo del grupo. También incluye a "El Viejo", tema que alcanzó a gente de todas las edades y paladares musicales.
En el 2002 La Vela sigue tocando. Más de 60 presentaciones en el año, entre las que se incluyen dos Teatro de Verano colmados y dos llenos en el clásico Cemento, bastión rockero de Buenos Aires. También vuelven a México, donde ya habían tocado en el Latin Ska Festival en el 99, esta vez para dar 15 shows. El cierre del año fue ante 25 mil personas con un recital gratuito en las canteras del Parque Rodó de Montevideo.
En el 2003 se abre una nueva puerta para el grupo: Europa. Fueron dos giras por el viejo continente en un año. Mientras tanto, se posicionan como banda local en Buenos Aires y cierran el año llenando el Velódromo Municipal de Montevideo, convirtiéndose en la primera banda de rock uruguaya en lograr esto.
En el 2004 ingresan a Del Cielito Records en Buenos Aires para grabar A Contraluz. Se trata de un disco bisagra en la historia del grupo. Hay fuerza y agite pero también introspección y reposo. A temas potentes como "Llenos de Magia" y "Caldo Precoz" se contraponen los más delicados "En el Limbo" y "Zafar", nuevo himno del grupo. Entre los invitados figuran Toto Méndez y sus compadres, el violista Gian Di Piramo, y el violinista Javier Casalla.
Antes de lanzar el disco, vuelven a Europa para tocar en varios países. En Alemania son invitados por el grupo local Die Ärzte - uno de los más importantes del país - para compartir cartel en varios shows. La Vela devolvió la gentileza meses más adelante, invitando a Die Ärzte a tocar en Uruguay y Argentina.
El 2005 fue de festejo y mucho girar. Tres noches en el Estadio Obras Sanitarias de Buenos Aires, dos Velódromos de Montevideo y un cierre de año celebrando su 10º aniversario ante 25 mil personas en las canteras del Parque Rodó. Durante años el grupo tocó gratis los 24 de diciembre recordando aquel primer concierto que dieron en el bar El Tigre. Aquellos recitales navideños, gratuitos, y a esta altura míticos, donde la banda recolectaba juguetes para dar y la gente disfrutaba de una fiesta como pocas, se realizaron todos los años en locaciones que variaban según crecía el público. Llegaron a tocar en el Centro de Estudiantes de Ingeniería, en el Club Defensor Sporting y en el Teatro de Verano. Aquel multitudinario recital del 2005 en las canteras fue el último de este tipo.
El 2006 se destaca entre otras cosas por la llegada de la banda al Luna Park de Buenos Aires, presentándose durante tres noches en este escenario, y el comienzo de la grabación de un nuevo disco.


El 16 de abril de 2007 se edita en Uruguay y Argentina El Impulso, cuarto disco de la banda, producido por el ex guitarrista del Peyote Asesino y fundador del proyecto Bajofondo, Juan Campodónico.
Fue grabado y mezclado por Julio Berta en Estudios Panda de Buenos Aires, IFU de Montevideo y también Casa Blanca de Atlántida, un lugar acondicionado especialmente para la ocasión que les permitió generar un micro-clima inspirador, algo que ya habían hecho en otras instancias de grabación.
El resultado fue un disco que se distancia considerablemente del debut Deskarado para centrarse en canciones de letras más introspectivas, con énfasis en las guitarras, sin perder en melodías, tal como habían deslizado en A Contraluz. "Su Ración", "Clones", "Para No Verme Más" sirven de muestrario. La banda explota en "Neutro" y "La Sin Razón" y se regala otro himno con "Colabore" en la que también canta Ossie Garbuyo, líder de Bufón. Otro que participó en la grabación fue Luciano Supervielle, quien puso su piano y también se encargó del arreglo de cuerdas.
El disco fue presentado en Uruguay y también en Argentina, donde tocan ante más de 20 mil personas en el estadio de Ferrocarril Oeste.
Antes de estos shows, el grupo gira por Europa. Para la etapa ibérica de este séptimo tour comparten varios shows con la popular banda española Marea. La cortesía sería devuelta al año siguiente, cuando los Marea llegan a Uruguay, invitados por La Vela par presentarse en conjunto en Montevideo.
Aquel 2008 se fue entre recitales y mucho tiempo dedicado a trabajar en un nuevo y ambicioso proyecto.
El 2009 tuvo como protagonista casi excluyente al lanzamiento del DVD Normalmente Anormal que incluyó material en vivo registrado en Montevideo y Buenos Aires, cinco canciones nuevas y un documental del grupo realizado por Agustín Ferrando que refleja de forma emotiva, entretenida y minuciosa el periplo de la banda en sus 15 años de vida. El DVD fue editado por Mi Semilla, sello creado por el grupo que marca el inicio de un proceso de producción y edición independiente.
En el 2011 la historia se sigue escribiendo, tanto en la ruta como en el estudio de grabación. El nuevo disco, doble, de La Vela ya está en la calle. Fue producido por Rodrigo Gómez y editado por Mi Semilla. Incluye dieciocho canciones con dos perfiles bien marcados donde los opuestos están presentes en música, arte y letras.
Uno de los discos, de seis temas, es el remanso de este trabajo. Guitarras acústicas, instrumentación refinada y arreglos viajados hacen de fiel de la balanza del otro disco que es bien eléctrico, guitarrero y guerrero. En esos primeros doce temas directos, de vientos al palo y melodías que van en zigzag la banda vuelve marca registrada aquel sonido que comenzaron a pulir en Llenos de Magia.
La suma de los dos discos refleja el contraste anímico y deja ver el presente de La Vela Puerca: compacto, prolífico y mutante.